El viernes estuvimos presentes (virtualmente) en el lanzamiento del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA). Celebramos la iniciativa dado que proveerá de datos y un marco de referencia sobre el cual se pueden montar las futuras iniciativas en la región. 

El ILIA ofrece un análisis exhaustivo de la situación de la IA en 12 países de América Latina y su contenido puede encontrarse en la siguiente página web: https://indicelatam.cl/. Está compuesto por 7 capítulos (y un anexo metodológico) que ofrecen una visión detallada y amplia del estado de la IA en la región de América Latina y el Caribe.

La propuesta del ILIA es construir un índice de IA que considere el contexto material, social y cultural de América Latina y, en palabras de Álvaro Soto (Director, CENIA), persigue tres objetivos: Una latinoamérica más próspera, alegre e inclusiva.

Principales Hallazgos

En el evento, Rodrigo Durán Rojas (Director de Vinculación, CENIA) presentó los principales hallazgos del índice. Su presentación puede verse completa en el canal de Youtube del CENIA: https://www.youtube.com/watch?v=dBcHYgCq8jM

Los principales hallazgos fueron:

  1. Una región tan diversa como sus paisajes: Hay países donde hay un muy buen desarrollo de la IA a nivel relativo y otros con muy poco. Pero al mismo tiempo, ningún país concentra todo lo que se considera esencial y que están evaluadas en el índice.  Quienes tienen buena Investigación carecen de patentamiento, etc.
  2. Fuga de Talento: El porcentaje de autores que habiendo publicado afuera, volvían a publicar en Latinoamérica está mejorando. Esto significa que los sistemas locales de publicación están madurando. El fenómeno de migración es para formarse, pero cada vez es menos importante en términos relativos de cantidad de autores y autoras.
  3. Bastantes datos pero poca capacidad: Aquí hay una brecha, teniendo disponibilidad, capacidad y gobernanza de datos. Esto no se traduce a uso e impacto concretos. Y una de las explicaciones es la baja capacidad de cómputo disponible. Salvo Brasil, que tiene la presencia de un supercomputadores, el resto de los países no tienen infraestructura apropiada y dependen de tecnologías cloud que son caras y proLatinoamericanohibitivas para el estado y el sistema académico
  4. La fuerza laboral de América Latina se está quedando en el pasado: en relación a la inteligencia artificial.
  5. Oportunidades de colaboración científica: el índice refleja importantes espacios disponibles para la colaboraciones en Inteligencia Artificial. América Latina sólo representa el 7.53% de las colaboraciones científicas para el período 2018-2022 frente a lo que representa Europa que es casi el 50%. Teniendo desafíos comunes y teniendo lenguaje común e intereses comunes, estamos colaborando menos de lo que podríamos estar haciendo a nivel latinoamericano.
  6. Oportunidades de inversión: De 190 billones de dólares en inversión en AI, sólo 8.2 fueron a América Latina. Un 4% dado la región representa un 6% del PIB mundial.
  7. La transdisciplina es la norma: La IA es muy versátil para otras disciplinas y los autores de investigaciones en IA migran a publicar el uso de esos hallazgos en otras disciplinas.
  8. Visión e institucionalidad  como punto de partida: la institucionalidad parece ser el punto de partida para sofisticar otro sistema de regulación o vinculación institucional. Es decir, la capacidad de un país de construir una visión común con varios actores de qué es lo que quieren lograr con AI, se correlaciona con la capacidad de avanzar en la capacidad de regulación y gobernanza.
  9. Escepticismo frente al optimismo: Hay una gran brecha entre el sentimiento expresado en redes sociales vs el sentimiento en los medios digitales. Si bien los medios tienen una cobertura más optimista de la IA, eso no se traduce en la conversación digital y eso podría poner en riesgo la legitimidad de la disciplina.

Desde la Open Knowledge Foundation estaremos trabajando con distintos actores parte de ésta y otras iniciativas relacionadas con la Inteligencia Artificial en el Sur Global para establecer cómo nuestras herramientas, servicios, estándares y programas de capacitación pueden marcar una diferencia reduciendo brechas, mitigando riesgos y abriendo oportunidades para co crear los sistemas que un futuro abierto, sostenible y justo necesita.