Campaña de desinformación: contexto
En Noviembre del corriente año, Argentina está completando su ciclo electoral para elegir el próximo Presidente de la Nación. El ciclo comenzó en Agosto, con las primarias (PASO), continuó con las elecciones generales a finales de octubre y culminará en noviembre con un ballotage entre el candidato de centro-izquierda Sergio Massa y el ultraderechista Javier Millei.
En los últimos días, una gran campaña de desinformación se está llevando a cabo en las redes sociales y en algunos de los principales medios de comunicación para sembrar la idea de que se ha realizado un fraude electoral en la votación del pasado 22 de Octubre. Dicha campaña nace tras la aparición de algunas inconsistencias entre los telegramas del escrutinio provisorio y el valor cargado en el sistema de recuento provisorio de votos (que se realiza a fines informativos y sin validez legal). Estas inconsistencias llevaron al candidato y a algunos de sus seguidores a afirmar que le habían robado votos.
Ya hay numerosos artículos periodísticos de dicho país que refutan y explican este fenómeno, como éste, éste y éste por lo que en los siguientes párrafos nos enfocaremos en contar cómo la Infraestructura Pública Digital que estuvo desarrollando la Dirección Nacional Electoral de Argentina proveyó la información y los datos abiertos que permitieron desmentir y combatir esta campaña de desinformación.
Estándar de Preservación de Datos Electorales
La Dirección Nacional Electoral y el Observatorio Político Electoral del Ministerio del Interior ponen a disposición el Sistema de Publicación de Resultados Electorales como un estándar de preservación y difusión de datos electorales. El Sistema de Publicación de Resultados Electorales es una estructura que permite el archivo, tratamiento, intercambio y publicación de datos históricos de manera ágil y la aplicación de la misma sobre los resultados provisionales de los últimos 10 años. Este Estándar de Preservación de Resultados Electorales es la materia prima que ayudó a desmentir esta campaña.
A través de la publicación estandarizada y en formato abierto de los resultados electorales de la última década, la sociedad civil y medios de comunicación Argentinos tuvieron acceso a datos de calidad que permitieron demostrar que lo que se publica en las redes sociales no es un fenómeno que desfavorece a un candidato en particular, sino más bien un conjunto de errores aleatorios naturales al proceso y que analizados en su conjunto no perjudican a nadie.
Algo en común que tienen todas las iniciativas que salieron a desmentir lo que se decía en las redes sociales es que utilizaron como fuente, el dataset que la Dirección Nacional Electoral publicó en el portal de datos abiertos del Gobierno Argentino. Sin acceso a estos datos, se hubiera dificultado enormemente el trabajo de los periodistas y activistas que trabajaron para defender y demostrar que el sistema electoral argentino es confiable. Éste es un claro ejemplo de datos abiertos para el fortalecimiento democrático.
Infraestructura Pública Digital para Procesos Electorales
Lo que acabamos de describir no es más que un ejemplo de los beneficios que trae a los procesos democráticos la existencia de una infraestructura pública digital para la publicación de datos electorales. El objetivo que perseguimos con nuestra nueva iniciativa es exportar estos conocimientos, estándares y aplicaciones a otros países.
Nuestra tarea es identificar componentes tecnológicos que ayuden a generar un ecosistema saludable de información durante las elecciones, visibilizar y generar una comunidad que permita reusarlos.
La Dirección Nacional Electoral Argentina dió un gran paso y estamos contentos de ver, una vez más, cómo el acceso al conocimiento abierto ayuda a los distintos gobiernos a robustecer sus procesos democráticos.